El sector exterior en el 2023: ¿estancamiento?
Por Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles
Este artículo pertenece al nº19 de la revista electrónica: “Proyección exterior de la economía española”. Haz clic aquí para leer la revista electrónica completa.
Descargar el artículo
Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores, analiza las tendencias del sector exterior de la economía española en 2023. Por un lado, se detecta una desaceleración de las exportaciones, así como una reducción del número de exportadores regulares y una presencia muy reducida en mercados dinámicos como Asia y África subsahariana. Como dato positivo destaca el dinamismo de las exportaciones de servicios, especialmente de los servicios no turísticos.
El sector exterior español de España ha batido récords todos los años desde la crisis financiera del 2008, salvo el de la pandemia. Ha sido el principal motor del crecimiento de la economía española. Baste señalar que su aportación al PIB en los últimos quince años ha pasado del 23% al 41% el año pasado.
Bastantes analistas estiman que este año el sector exterior está dejando de ser el motor del crecimiento. El Club de Exportadores e Inversores comparte esta previsión porque las cifras de enero-junio así lo muestran. Hemos exportado bienes en el primer semestre por valor de 200.000 millones de euros. De nuevo un récord. Pero si analizamos las cifras en detalle podemos apreciar que en volumen nuestras ventas al exterior han caído un 2,2%. ¿Cómo se explica esto? Porque nuestros exportadores han conseguido subir sus precios. Es importante señalar que seguimos perdiendo cuota de mercado a nivel mundial.
¿Qué va a ocurrir en el segundo semestre del año? Para responder a esta pregunta conviene tener en cuenta al menos dos factores.
En primer lugar, la demanda para nuestras exportaciones de bienes. Pues bien, la Organización Mundial del Comercio estima que el total del comercio mundial de mercancías va a crecer en 2023 únicamente un 1%. Hay que tener en cuenta, además, que nuestro principal cliente es Europa, a donde destinamos el 70% aproximadamente de nuestra exportación de bienes. Hay cada vez más signos de que la economía europea se estancará o tendrá una leve recesión. En las zonas geográficas donde más crece la economía nuestra cuota de mercado es muy reducida, como ocurre por ejemplo en África Subsahariana, o en Asia, especialmente en la India y los países Asean. Por citar dos cifras: nuestras exportaciones a la India son sólo el 0,5% del total de nuestra exportación; y las dirigidas a países Asean el 1%. Latinoamérica supone únicamente el 5% de nuestra exportación de bienes, a pesar de que es un destino muy importante de nuestra inversión en el exterior.
En segundo lugar, conviene mirar a las empresas exportadoras. En este tema también tenemos malas noticias. En el primer semestre de este año el número de exportadores regulares, es decir, los que han vendido al exterior durante los últimos cuatro años, se ha reducido un 0,4%. A esto hay que añadir que en el 2022 esta cifra se redujo en un 3,2%. El reducido número de exportadores es uno de los problemas estructurales que tiene España. Basta señalar dos cifras para darse cuenta de la magnitud del problema: (1) el 65% de la exportación total de bienes la realizan solo 1.000 empresas. Y esto es así desde hace 25 años. Y (2) el número de empresas que exportan regularmente es únicamente 57.000, de las que la mayoría venden al exterior cantidades muy pequeñas.
Pero no todo son malas noticias. La exportación de servicios, que supone un 40% del total de nuestras ventas al exterior, está creciendo a un ritmo muy dinámico. El turismo se ha recuperado, superando ampliamente los niveles previos a la pandemia. Además, la exportación de servicios no turísticos (ingeniería, servicios financieros, transporte, construcción, …) continúa creciendo, igual que el año pasado. Estamos ganando cuota de mercado a nivel mundial.
Conviene analizar también lo que está pasando con nuestras compras de bienes extranjeros. En el periodo enero-junio de este año, las importaciones cayeron un 5% en volumen y un 2,9% en valor, lo que está provocando que se reduzca sustancialmente el déficit comercial. Desde un punto de vista macroeconómico esto significa que la aportación de las importaciones al PIB español será menos negativa que en años anteriores. Cabe pensar que, salvo que suba mucho el precio del petróleo en el segundo semestre, las importaciones totales del 2023 sean menores que las del año pasado.
En resumen, en el Club de Exportadores pensamos que el sector exterior sí tendrá una aportación positiva, pero pequeña, a nuestro PIB por el dinamismo de nuestras ventas de servicios al exterior y por la caída de las importaciones.
¿Qué va a pasar a medio plazo? Esto será objeto de otro artículo en próximos números de la Revista Electrónica. Pero sí podemos anticipar que, si queremos que no sigamos perdiendo cuota del mercado mundial de bienes, tendrá que haber ajustes en la política económica que simplifiquen la regulación, mejoren el tratamiento fiscal y se acometan reformas para soslayar los problemas estructurales de la exportación española.
Artículo exclusivo para Club de Exportadores e Inversores Españoles.