La estabilización económica de Iraq abre oportunidades

Antonio Bonet (presidente del Club)
Empresa Exterior
28 de abril de 2023

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Mapa de Iraq. Fuente: Google Maps


Aunque hayan pasado más de 20 años desde que finalizara la guerra de Iraq, el país continúa en fase de reconstrucción y con una situación política que, si bien continúa siendo inestable, lleva camino de ir normalizándose. De hecho, se siguen implementando reformas para impulsar su crecimiento económico. Hoy por hoy, es una de las economías más grandes de Oriente Medio, con un PIB en 2021 de más de USD 200.000 millones (Banco Mundial). Cuenta, además, con más de 43 millones de habitantes, siendo más de la mitad de su población joven, lo que incrementa su potencial como mercado de futuro y abre oportunidades para los exportadores e inversores españoles.

Con sus 441.839 km² de superficie, Iraq ocupa el puesto 59º del mundo en extensión. El país está situado en el sector septentrional de la Península Arábiga, y limita al norte con Turquía, al oeste con Siria y Jordania, al sur con Arabia Saudí y Kuwait, y al este con Irán. Al sureste sus costas están bañadas por el golfo Pérsico. Su principal fuente de riqueza es el petróleo: posee la quinta mayor reserva mundial de crudo. Sin embargo, su gran dependencia de este hidrocarburo lo hace más vulnerable a la volatilidad de los precios del barril, que continúan en descenso. Ha de tenerse en cuenta, además, que el desarrollo de su industria petrolífera se ha visto afectada en las últimas décadas por los conflictos bélicos y su obsoleta tecnología.
Actualmente, Iraq es el sexto mayor productor de petróleo del mundo con una cuota de mercado global del 4% y el segundo mayor productor de la OPEP, además de ser uno de sus fundadores en 1960. Sus principales socios comerciales son Estados Unidos, India, China y Corea del Sur.

Aunque se trata de una economía con una marcada dependencia del petróleo, hay que destacar que está atravesando una recuperación estable, que se espera se mantenga en los próximos años, con un crecimiento real del PIB, excluyendo el petróleo, de un 3% en 2022 y un estimado del 4,3% en 2023.

Asimismo, es reseñable el mayor aperturismo que está experimentando en el país el sector privado, lo que se advierte en las facilidades para el establecimiento de empresas, tanto nacionales como internacionales. Desde el gobierno iraquí, con talante democrático, se está promoviendo la necesidad de impulsar reformas que busquen diversificar los ingresos del país, con la vista puesta tanto en mitigar su dependencia del petróleo como en fomentar una transición energética que haga al país más resiliente a los efectos derivados del cambio climático. Asimismo, se pretende conseguir una mayor eficiencia en el sector eléctrico del país para evitar que acabe lastrando las cuentas nacionales y dificulte el desarrollo del sector privado.

La República de Iraq forma parte de numerosas organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, la Liga Árabe o la Organización de Cooperación Islámica, entre otras, y ha iniciado su proceso de adhesión a la Organización Mundial del Comercio (actualmente tiene estatuto de observador). Además, fue la primera nación árabe en ingresar en la Sociedad de Naciones, en octubre de 1932.

Las relaciones de Iraq con los países de la UE son buenas. Destaca en este punto la elevada contribución de la Unión Europea y sus Estados miembros a los fondos para la estabilización, cooperación y ayuda humanitaria en el país. Además, mantienen un Acuerdo de Partenariado y Cooperación (PCA).

En lo que respecta a las relaciones bilaterales entre España e Iraq, son dilatadas en el tiempo, arrancando en 1946. España formó parte del programa establecido por la ONU “Petróleo por Alimentos”, que entró en vigor en 1996 para permitir a Iraq vender petróleo al mercado mundial a cambio de alimentos, medicinas y otros suministros de naturaleza humanitaria, y movió más de 67.000 millones de dólares.

En 2022, las exportaciones españolas a Iraq alcanzaron únicamente los 173,44 millones de euros, aumentando un 9,46% respecto a 2021, cuando se registraron 158,45 millones de euros. Los principales productos españoles exportados en 2022 correspondieron a semimanufacturas (77,3 millones del total de las exportaciones), y bienes de equipo (47,13 millones).

Por otro lado, en 2022 el valor de las importaciones españolas procedentes de Iraq fue de 3.358,71 millones de euros, un 45,27% más que en 2021, cuando se situaron en 1.520,64 millones de euros. La práctica totalidad de las importaciones españolas en 2022 correspondieron al capítulo de productos energéticos (petróleo), situándose el país como el principal suministrador de crudo a España.

Desde el Club de Exportadores e Inversores Españoles consideramos que la República de Iraq ofrece grandes oportunidades de negocio para las empresas españolas internacionalizadas, derivadas, principalmente, de la puesta en marcha de planes de inversión y desarrollo en sectores como el ferroviario y portuario, el impulso de proyectos de desarrollo urbanístico, refinerías, plantas eléctricas, o la expansión de la deficiente infraestructura de telecomunicaciones, entre otras opciones. El período de búsqueda de estabilización y reconstrucción, que continúa en el país, es evidente que trae consigo grandes necesidades, muy destacablemente en el sector de infraestructuras, para los operadores internacionales.

Asimismo, existen proyectos financiados por los bancos multilaterales y la UE que presentan interesantes oportunidades para los exportadores e inversores españoles. Entre ellos, cabe destacar la notable implicación que viene teniendo el Banco Mundial (BM) en la reconstrucción del país, para impulsar su desarrollo y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Desde 2015, el BM ha financiado proyectos por un total acumulado de 5.550 millones de dólares. Actualmente, la cartera de 39 inversiones en proyectos activos en Iraq se compone de 14 iniciativas en las áreas de infraestructura, educación, salud, desarrollo rural y gobernanza por un importe de 2.113 millones de dólares. Además, en marzo de 2021, el Banco Mundial aprobó un préstamo de 33,2 millones de dólares para apoyar la reconstrucción de servicios básicos en ciudades liberadas del control de ISIS.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), por su parte, está destinando una cartera de inversiones por un importe de 5,3 millones de dólares para proyectos que busquen mejorar las condiciones de vida de la población y la seguridad alimentaria, a la vez que fomentar el desarrollo económico del país.

Iraq es, en definitiva, un país a tener en cuenta en las operaciones comerciales de cualquier empresa que desee posicionarse en el mercado de Oriente Medio. Su ubicación central y múltiples fronteras le confieren una importancia estratégica, dado que lo que sucede en el país afecta a la región en su conjunto. De ahí la importancia de velar por la estabilización de la economía iraquí, ya que también traerá repercusiones positivas en el resto de la región y en el clima de negocios.