Charlando con Joaquín de Arístegui, Embajador de España en Colombia
23 febrero 2023 /
Esta entrevista pertenece al nº13 de la revista electrónica: “Proyección exterior de la economía española”. Haz clic aquí para leer la revista electrónica completa.
Descargar la entrevista
“Las empresas españolas, aunque no son ajenas a ciertas inquietudes y turbulencias coyunturales, siguen confiando en el país”.
“Los primeros seis meses de Gobierno de Gustavo Petro no han provocado ningún desajuste importante”.
“Colombia sigue siendo un excelente mercado, por sus oportunidades, recursos, situación estratégica en el hemisferio, estabilidad político-social y capacidad de sus empresas y profesionales”.
“España es el principal y más cercano aliado de Colombia en Europa”.
“La Marca España es un activo de mucho valor en Colombia”.
Joaquín de Arístegui es embajador de España en Colombia desde 2021. Cuenta con una dilatada carrera en el cuerpo diplomático. Ha sido también Director General de la Oficina de la España Global. En esta entrevista con nuestra revista electrónica nos habla de la situación de Colombia, los cambios con el nuevo presidente Petro, sus relaciones con España, las oportunidades que existen para las empresas españolas, recomendaciones para operar con éxito en el mercado colombiano, etc.
- ¿Cómo valora las perspectivas de América Latina? ¿Qué impacto ha tenido la pandemia, y cuál puede ser el impacto en los países de la zona de las turbulencias en la economía internacional causadas por la guerra en Ucrania?
2023 representa un desafío para América Latina, como para casi todas las economías. Se espera que el crecimiento se desacelere bruscamente en un entorno de alta inflación y endurecimiento de las condiciones financieras. Sin embargo, se prevé que la externalización de la producción de las grandes economías hacia zonas más cercanas y los precios de las materias primas respalden la inversión extranjera directa en la región. Las oportunidades de inversión se encuentran en todos los sectores.
Para Colombia, las perspectivas económicas, pese a la brusca reducción de la tasa de crecimiento del PIB en 2023, son moderadamente positivas para el próximo año, comparado con otras economías regionales, y ello pese a la muy alta inflación (cerró en el 13,12% en 2022), gracias al aumento esperado de la inversión extranjera directa y a los precios de las materias primas. Además, el Banco de la República intentará reducir progresivamente la tasa de política monetaria en cuanto le sea posible para estimular el crecimiento económico. En definitiva, el país está bien posicionado para aprovechar los beneficios de la recuperación económica global en cuanto llegue y los flujos de capitales hacia América Latina.
Respecto a la pandemia, Colombia no se ha librado de su impacto devastador en la economía global. La crisis sanitaria del COVID 19 provocó una disminución temporal de la IED y una reducción de los flujos de capitales. Esto dejó al país con una menor capacidad para financiar su crecimiento. Sin embargo, los incrementos del PIB en 2021 (más del 10%) y del 2022 (entorno al 7%) se pueden considerar un gran éxito para el país, sobre todo con respecto a otras economías de la región y de fuera de la zona.
Por lo que respecta a las turbulencias en la economía internacional causadas por la guerra en Ucrania, que han provocado una disrupción del comercio internacional, un aumento de los precios de los alimentos y los combustibles y un endurecimiento de las condiciones financieras globales, Colombia se ha visto beneficiada en términos relativos de alguna manera. El país ha resistido mejor que otros países de la región al ser exportador de algunos de los productos que han visto incrementado sus precios, y por su sólida estructura económica e institucional, en especial sus exportaciones energéticas.
La contrapartida ha sido una escalada inflacionaria y la aguda depreciación del peso, fundamentalmente como consecuencia del incremento de los precios de ciertas exportaciones, fenómenos que en este momento parecen desacelerarse, pasado el momento más convulso, entre noviembre y diciembre de 2022.
Relacionado con lo anterior, una de las grandes incógnitas es cómo se va concretar, a medio plazo, uno de los grandes cambios económicos que el actual Gobierno tiene en agenda: la transición energética. Colombia es un actor energético de primer nivel, y su compromiso con las energías renovables no es nuevo. Pero, dada la dependencia de sus exportaciones del petróleo, carbón y gas, una política de cambio acelerado hacia energías limpias como propugna el nuevo Gobierno (posible no renovación de contratos de petróleo y gas, y no firma de acuerdos nuevos) podría tener consecuencias sobre la estabilidad económica del país y su crecimiento. Como en otros planes reformistas del Presidente Petro, probablemente la clave estará en la gradualidad.
- En los últimos tiempos en diversos países de América Latina se han elegido gobiernos de orientación izquierdista. ¿Cómo pueden afectar estos cambios al marco para los negocios, de manera especial en Colombia?
La nueva llegada y consolidación, mayoritaria, de gobiernos progresistas en América Latina han provocado un cambio en el panorama político en la región en general, y en Colombia en particular (donde la transición política tiene carácter histórico, al no haber gobernado la izquierda, entendida en términos contemporáneos, nunca), y esto puede tener también su reflejo en el marco para los negocios.
Aunque no se debe generalizar ni establecer un patrón uniforme, estos gobiernos han implementado reformas económicas, sociales y políticas que desde algunos sectores se considera que pueden afectar a la inversión extranjera directa, la competitividad de la economía, la estabilidad de los mercados financieros y la previsibilidad/transparencia de los procedimientos. Esto puede incidir sobre los intercambios comerciales y la inversión, ya que estos países pueden enfrentar mayores desafíos para atraer capital extranjero y fortalecer su economía.
A partir de este marco general, en Colombia las reformas que ha traído consigo el cambio de gobierno, muchas de ellas imprescindibles para disminuir el alto grado de desigualdad y garantizar de forma efectiva, en muchos casos por primera vez, derechos sociales y económicos básicos, pueden provocar una mayor regulación del mercado laboral, y en general una mayor intervención, que puede llegar a afectar al crecimiento y retrasar las decisiones de algunos inversores hasta que no vean el panorama claro.
Con todo, y a pesar de cierto alarmismo de los sectores más conservadores, por otra parte, previsible e inevitable, los primeros seis meses de Gobierno de Gustavo Petro no han provocado ningún desajuste importante, debiéndose considerar que el país continúa en la fase de adaptación al nuevo enfoque económico y social.
Por ahora el único gran cambio ha sido la reciente reforma tributaria, que ha tenido cierto impacto sobre los planes de los inversores extranjeros en el país. Ha llevado a un aumento en los impuestos para algunas industrias, como las de los hidrocarburos y minería o el textil, así como una subida de los tipos para las empresas establecidas en las Zonas Francas. Además, se ha eliminado la deducción especial para inversiones en investigación, desarrollo tecnológico e innovación. Esto puede, por un lado, traer la retracción de la inversión extranjera a medio y largo plazo, pero también facilitar un necesario cambio de cultura de negocios y de inversión extranjera en Colombia (compatible con la recuperación de la producción nacional y un reparto más justo de los beneficios), país que sigue siendo un excelente mercado, por sus oportunidades, recursos, situación estratégica en el hemisferio, estabilidad político-social y capacidad de sus empresas y profesionales.
Por ello las empresas españolas, aunque no son ajenas a ciertas inquietudes y turbulencias coyunturales, siguen confiando en el país. Muestra de ello es que hay más de 800 empresas de nuestro país presentes en Colombia, cubriendo un amplio abanico de sectores y de tamaños (grandes y PYMES), con una inversión bruta en 2022 de 2.160 millones de dólares hasta el tercer trimestre, superando ya lo invertido en 2021 (1.463 millones), con un stock acumulado de 27.705,29 millones de dólares y consolidándose como el segundo inversor en el país tras Estados Unidos (primero en muchos sectores).
- ¿Cómo percibe el momento actual de las relaciones entre España y Colombia?
Colombia y España siempre han tenido una relación sólida, de largo recorrido, en los ámbitos social, político, cultural, de seguridad, cooperación y, por supuesto, económico-comercial. El respaldo sin condiciones de España al renovado proceso de paz colombiano, clave en la legislatura iniciada en agosto pasado, refuerza aún más el tradicional buen entendimiento general.
Conviene igualmente tener en cuenta que, más allá de los robustos contenidos en cada uno de estos capítulos, esa estrecha conexión se fundamenta también en una empatía, respeto y confianza superadora de coyunturas de mayor o menor cercanía política. Además, nuestros países disponen de una comunidad binacional que actúa, a ambos lados del Atlántico, como prescriptora y factor aglutinador entre nuestras sociedades, mejorando el conocimiento recíproco de nuestras realidades.

EN LA IMAGEN, FIRMA DEL ACUERDO PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL FUTURO CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA EN COLOMBIA.
España es el principal y más cercano aliado de Colombia en Europa, lo que se ha mantenido, e incluso intensificado, tras asumir el Gobierno la nueva Administración del Presidente Petro; será un componente fundamental de nuestras relaciones en 2023, pues España asumirá en el segundo semestre la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, con una agenda internacional en gran medida anclada en el relanzamiento del diálogo euro latinoamericano.
Asimismo, Colombia y España son pilares de la comunidad iberoamericana y actores de primer orden para la protección y promoción de la lengua española y de la cultura en español en el mundo.
Este gran cauce bilateral también se refleja a nivel institucional, con un calendario de visitas intenso y al máximo nivel: solo entre diciembre de 2021 y enero de 2022 han visitado Colombia dos veces SM el Rey, una el Presidente del Gobierno, ocho Ministros, cuatro Secretarios de Estado, todos los altos mandos de nuestros Cuerpos de Seguridad y numerosas delegaciones parlamentarias, europarlamentarias, autonómicas y municipales.
En suma, unas grandes relaciones, que atraviesan un momento especialmente importante en materia de oportunidades y de convergencia de intereses y objetivos, con reflejo sobre los proyectos que compartimos, en lo bilateral, lo regional, lo birregional, lo iberoamericano y lo global.
- Se está hablando de cambios importantes en las relaciones económicas internacionales, y en especial en las cadenas globales de valor: acercamiento de las cadenas de suministro, producción en proximidad, etc. ¿Pueden estos cambios ser beneficios para América Latina, y en particular para Colombia?
Sí, estos cambios pueden ser muy beneficiosos para América Latina, y en particular para Colombia. El acercamiento de las cadenas de suministro, la producción en proximidad y el aumento del comercio electrónico pueden ayudar a incrementar los flujos de inversión, mejorar la competitividad de la región y aumentar los intercambios comerciales. Esto permitirá a los países de la región aprovechar al máximo los beneficios de la globalización, al tiempo que mejorará la conectividad y la colaboración entre ellos.
Esto podría ser especialmente beneficioso para los colombianos, dado su alto nivel de conectividad con el resto de la región y su ubicación geográfica privilegiada. En general, los países latinoamericanos pueden aprovechar estos cambios para aumentar su competitividad internacional y mejorar su situación económica. España, tanto a nivel institucional como a través de sus empresas, se posiciona como un aliado estratégico de Colombia en este sentido.
- China está aumentando de manera considerable su presencia en la zona. ¿Qué previsiones cabe hacer respecto a esta presencia cara al futuro? ¿Es una fuente de oportunidades o más bien de dificultades para nuestras empresas?
China está aumentando su presencia en la región a un ritmo acelerado, lo que plantea algunas oportunidades, al ofrecer una amplia gama de productos a precios competitivos, pero sobre todo grandes retos para nuestras empresas. Cabe matizar que su implantación en Colombia aún no es grande, y en todo caso muy inferior a la que ha logrado en vecinos de la región, como Ecuador, Perú, Chile o Argentina.
El proyecto más notorio con presencia china es el de la construcción y operación de la primera línea del metro de Bogotá, a cargo del consorcio conformado por dos empresas chinas (China Harbour Engineering Company Limited/CHEC y Xian Metro Company Limited). Supone hasta ahora el proyecto de infraestructura individual más ambicioso que se haya emprendido en el país. Su construcción requerirá inversiones por 16,4 billones de pesos (unos 3.800 milllones de dólares). Las empresas del país asiático están presentes en muchos otros sectores como la minería, la energía renovable o las tecnologías de la información y la comunicación.
La creciente presencia de China en el hemisferio es una potencial fuente de dificultades para nuestras empresas, ya que China es un competidor directo en varios sectores. Por ejemplo, ofrece financiación estatal a bajo costo para proyectos de infraestructura y desarrollo, en condiciones fuera de mercado y del consenso OCDE, lo que deja al resto de empresas sin posibilidad real de competir si el criterio de adjudicación es exclusivamente económico.
Esto plantea retos para nuestras empresas en términos de competitividad y precios. Por lo tanto, es importante para las empresas españolas estar preparadas para enfrentar la competencia de China y ser capaces de encontrar los nichos de valor añadido en los que destacar. Y también es necesario trabajar con los gobiernos latinoamericanos para que se esfuercen para mantener o reforzar marcos jurídicos, comerciales y de inversión previsibles, transparentes y justos en términos de competitividad.
- ¿Qué recomendaciones generales daría a las empresas españolas para abordar el mercado colombiano? ¿Cuáles son los errores más frecuentes que ha percibido en la actuación de las empresas españolas?
Para abordar el mercado colombiano, hay una serie de recomendaciones generales que las empresas españolas deben seguir para asegurar el éxito. Deben evaluar el entorno empresarial y legal de Colombia, así como la estructura de precios y los factores socioeconómicos que afectan al mercado.
Además, deben considerar la posibilidad de establecer alianzas estratégicas con empresas colombianas para aprovechar sus conocimientos locales y desarrollar soluciones que se adapten a las necesidades del mercado colombiano. También es importante destacar el hecho de que las empresas han de asegurarse de contar con capital suficiente para iniciar sus operaciones en el extranjero, así como con un equipo de gestión competente que conozca el entorno local. Es importante tener en cuenta que el mercado colombiano es un mercado con grandes oportunidades, pero también con desafíos significativos, por lo que las empresas españolas deben estar preparadas para aprovecharlas y enfrentarlos.
De esta manera, para aprovechar lo mucho que ofrece el mercado de este país, conviene que las empresas españolas establezcan una estrategia de inversión y cumplimiento de la normativa local adecuada. Deben también asegurarse de que sus productos y servicios sean adecuados para el mercado colombiano y de que estén disponibles a precios competitivos.
Además, es necesario asegurarse de que su presencia en redes sociales y en línea sea adecuada para promocionar sus productos y servicios, y también para atraer nuevos clientes, observando ciertas reglas no escritas y costumbres de la cultura colombiana. Las empresas también deben tener en cuenta el hecho de que el mercado colombiano es un mercado diverso y en constante evolución, por lo que deben estar preparadas para adaptarse a los cambios en el entorno.
Son claves la investigación de los mercados locales, el reclutamiento de personal con conocimiento local, la creación de estrategias de inversión a largo plazo y la preparación para los cambios en el entorno. Además, las empresas españolas deben contar con suficiente capital para iniciar operaciones en el extranjero.
En general, las empresas españolas tienen aprendida la lección tras muchos años de presencia en Colombia. No obstante, deben prestar atención a estas cuestiones para aprovechar al máximo el mercado colombiano, incluyendo la adaptación de su comunicación al lenguaje de Colombia, que, aunque parezca similar al de España, puede tener diferencias sutiles.
Los errores más comunes que cometen al llegar a Colombia tienen que ver con estas claves y con conocer el entorno empresarial colombiano, dada la relevancia de apoyarse en un socio colombiano que les permita actuar como jugadores locales desde el primer momento.
Pero mi modesta recomendación final, y en todo caso la más importante, es que sigan apostando por este país. Es un socio y un aliado en todos los órdenes, y presenta muchas ventajas comparativas para nuestros intereses: marco normativo bilateral de última generación; niveles de estabilidad política-social más altos de América Latina; buena seguridad jurídica; y un alto grado de compatibilidad entre profesionales y métodos de trabajo.
- ¿Cómo valora las oportunidades que ofrece el mercado de Colombia para las empresas españolas? ¿Cuáles son en su opinión los sectores más interesantes?
Las oportunidades que ofrece el mercado colombiano para las empresas españolas son muy buenas. Los sectores más interesantes para invertir tienen que ver con la infraestructura, el turismo, la transición energética, la agricultura, las industrias culturales y educativas, el transporte y la innovación.
Colombia cuenta con una economía estable con una amplia base de recursos naturales y una cultura de inversión extranjera. Esto ofrece a nuestras compañías una plataforma para expandir sus negocios en Colombia y el resto de América Latina.
En concreto, en materia de infraestructuras e ingeniería, ya ha dado comienzo la 5ª Generación (5G) con un enfoque en el transporte multimodal, especialmente en transporte ferroviario, puertos, aeropuertos y fluvial. Por otra parte, todo lo relacionado con los nuevos espacios urbanos y la movilidad está generando un gran interés.
En el sector turismo, las grandes cadenas hoteleras ya están presentes en el país y ampliando su capacidad, y han de ser parte de la reconstrucción del sector tras la crisis del COVID-19 y el compromiso con el proceso de la llamada Paz Total (proceso de paz integral impulsado por el Gobierno de Gustavo Petro). Se prevé el desarrollo de nuevos subsectores, como el turismo rural sostenible y la expansión del turismo de sol y playa.

EN LA IMAGEN, INAUGURACIÓN DE UNA PLANTA FOTOVOLTAICA DE GRENERGY, CON LA MINISTRA DE MINAS Y ENERGÍA.
Hay muchas empresas españolas, principalmente consultoras, ingenierías y empresas del sector TIC muy interesadas, tras la tendencia de las principales ciudades por convertirse en Destinos Turísticos Inteligentes: Medellín y Bogotá ya se han certificado como tal bajo la metodología de SEGITTUR.
En cuanto a las energías renovables, Colombia cuenta con una Ley de Transición Energética y actualmente hay en el país cerca de 200 proyectos de energías renovables no convencionales inscritos en UPME que aportarían al sistema unos 4.000 MW de potencia que comprometen inversiones por más de 6.000 millones de dólares. En la tercera subasta de energías renovables se adjudicaron 796,3 MW de un total de 2.878 MW de capacidad instalada en tres años y se asignaron proyectos de nueve empresas generadoras, entre las que destacan tres filiales de empresas españolas: Powertis, Ecoener y Solarpack; pero hay muchas más desarrollando proyectos, como el caso de Elecnor con el parque Guajira I, que tiene una inversión de 31,7 M€; o Greenergy, que ya ha invertido 60 M€ en seis nuevos parques solares, y tiene otros seis ya operando.
En materia de gobierno digital, el Ministerio de las TIC de Colombia ha mostrado interés en desarrollar este sector, especialmente enfocado en proyectos de identificación digital, carpeta ciudadana, digitalización de la justicia y del sistema postal nacional. También hay importantes oportunidades en el sector privado derivadas de los nuevos usos laborales tras la COVID. Así mismo, los servicios enfocados a la transformación digital, ciberseguridad y telemedicina son una realidad tras la adopción de una cultura de trabajo virtual tras el cambio cultural en las empresas tras el paso de la pandemia. Esta prioridad enlaza además con la apuesta europea por una alianza digital euro latinoamericana, en la que Colombia está llamada a ser un gran pilar.
En agricultura, las oportunidades habrá que identificarlas en dos ámbitos: el primero, el compromiso del Gobierno de incrementar la producción y mejorar la distribución, para reducir la dependencia internacional, de insumos y de productos finales; y el segundo, en la modernización tecnológica del sector, proceso en el que la experiencia española industrial, fitosanitaria y de certificación, teniendo en cuenta la normativa UE aplicada a Colombia, puede ser clave.
Por último, si bien la nueva Administración colombiana ha modificado parcialmente la apuesta colombiana de los últimos años por la economía naranja, las empresas españolas, construyendo sobre su excelente implantación en este país, tienen aún mucho espacio en todo lo relacionado con la industria editorial, los medios de comunicación, la educación presencial y virtual y la industria audiovisual.
- Finalmente, ¿cómo valora la Marca España? ¿Es un activo apreciable en un país como Colombia?
La Marca España es un activo de mucho valor en Colombia. Es conocida y apreciada en el país por sus logros en el campo de la cultura, la educación, la tecnología y los negocios. Como uno de los mayores inversores extranjeros en Colombia, la Marca España es una ventaja para las empresas españolas. La presencia de este sello-país ayuda a facilitar y establecer relaciones comerciales, y también multiplica la buena imagen de la empresa.
Entre las fortalezas frías y cálidas de nuestra marca nacional, es muy importante una relativamente intangible, pero clave y claramente percibida en este país: el saber hacer de los profesionales españoles (profesores, sanitarios, directivos, gestores culturales, ingenieros, periodistas, operadores turísticos, cooperantes, arquitectos, entre otros), la manera española de trabajar y de adaptarse al medio colombiano. Esta virtud salió reforzada durante y después de la pandemia, pues las empresas españolas, grandes y PYMES, no solo no redujeron su actividad y compromiso con Colombia, su economía y su sociedad, sino que las mantuvieron y potenciaron con iniciativas solidarias que no se olvidan.
En Colombia se percibe de forma nítida que España, y también su marca empresarial, siempre han contribuido al PIB y al empleo de este país, a su desarrollo, en suma, pero especialmente que lo haya hecho durante uno de los momentos más difíciles de su historia reciente. Esto ha permitido que se vea a nuestras empresas como socios sólidos, fiables y cercanos.
Adicionalmente, hay un fuerte interés entre los colombianos por los productos y servicios españoles, especialmente en el campo de la seguridad, la gastronomía, la moda, el deporte, la educación, la cultura y la tecnología (conectada a infraestructuras, energía, industria, comunicaciones, servicios financieros e ingeniería).
En este sentido, los ejemplos concretos del valor de la Marca España en Colombia son numerosos: sumado al despliegue de grandes obras civiles, las telecomunicaciones, la banca, la presencia cultural, mediática y educativa (de alcance nacional, regional y hemisférico), muchos bienes de consumo españoles se han convertido en populares entre los colombianos de a pie (automóviles, el textil de gama media y alta, productos alimenticios de alto retorno -jamón ibérico, aceite, lácteos y vinos, particularmente-, y, en lo digital y audiovisual, nuestra series, la industria de los videojuegos y las grandes competiciones deportivas globales españolas -o de estirpe española), contribuyendo todo ello a consolidar una imagen de calidad y modernidad de “lo español”.
Sobre este asunto, cabe añadir por último que esta imagen española de vanguardia y modernidad, firmemente anclada en el buen desempeño de nuestras empresas, es un excelente complemento a la otra dimensión de la buena reputación de nuestro país en Colombia, más tradicional, vinculada al extraordinario legado histórico compartido y a los múltiples y profundos lazos familiares y sociales entre nuestros países, de muy largo aliento, pero acentuados durante los últimos años como consecuencia de la llegada masiva de ciudadanos colombianos a nuestro país.
Ambos aspectos garantizan una sintonía y empatía sólida entre colombianos y españoles: estos activos, oportunamente cuidados y fomentados, contribuirán decisivamente a otra nueva fase de expansión de nuestras relaciones comerciales y de inversión.
Entrevista exclusiva para Club De Exportadores e Inversores.